Artículo de Will Graham, publicado en la web Protestante Digital:
Hace 160 años, el querido predicador protestante Charles Spurgeon acabó de completar su Catecismo.
Basándose en el Catecismo breve de Westminster (1648), la Confesión de fe bautista de Londres (1689) y el Catecismo bautista (1693), el celebrado pastor redactó su propio catecismo para su iglesia local.
En su catecismo, resumió las enseñanzas clave de la fe cristiana y animó a sus ovejas a que lo aprendiesen de memoria. En total, tiene ochenta y dos preguntas y respuestas. Se tratan de los asuntos no negociables de la fe y representan el meollo de la teología del maestro inglés.
Hoy, vamos a resumir las ochenta y dos respuestas en los siguientes diez puntos:
1.- La meta del hombre
(Pregunta 1)
Spurgeon sigue el Catecismo de Westminster cuando define la meta del hombre como aquélla de glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre. El ser humano no encuentra felicidad auténtica en riquezas ni placeres sino en vivir para la gloria de Dios.
2.- La Biblia como Palabra de Dios
(Preguntas 2-3; 72-73)
Spurgeon sabía que la meta del hombre es vivir para la gloria del Señor porque esto es lo que enseñaban las Sagradas Escrituras. Es la Biblia la que nos enseña lo que debemos creer acerca de Dios y qué deberes Dios requiere del hombre. La Biblia, entonces, tiene que ver con la fe y la conducta del creyente. La Palabra es tan importante porque es capaz de convencer y convertir a los pecadores e ir desarrollándolos en santidad y gozo. Por eso Spurgeon recalcó que tenemos que acercarnos a la Biblia con un espíritu reverente, atesorando sus enseñanzas en nuestro corazón. Nada puede reemplazar la Palabra del Señor. Seguir leyendo La teología de Spurgeon